Tras la oscura noche eterna
del abismo del recuerdo,
nací de nuevo
en una añeja primavera
donde el amanecer
se eleva sobre los cerezos
y su aroma inunda la mañana;
abrí los párpados
y desaté la tormenta…
no sabía que hacer de nuevo.
Até la locura de los recuerdos
y dejé que la lluvia
de mis lágrimas
regase la suave noche
de mi nueva aurora.