Bellísima travesía a tu onírica Itaca, pero la meta de tu viaje interior es el camino, esa vereda que salpicas de tantas caricias líricas y escozores existenciales. Un abrazo, gustazo leerte como siempre.
Muy bonito, María, ese paralelismo entre el campo en primavera, con trigales y amapolas, y el mar, ambos como caminos para llegar a Itaca. Ya sabes, amiga, pide que el camino sea largo.
Buena nota me pones…maestra!
Es broma…
Aunque te doy las gracias por tu comentario, creo que no lo merece, siempre es tu hermosa mirada…amiga.
Los dioses no me son propicios últimamente…
Un beso enorme, Wall!
Hay tanta belleza en el poema que Ítaca debe de estar entre los versos. Quizá Ítaca es un lugar de regreso y nunca se vuelve al sitio del que se partió.
Bonito sueño de amapolas dibuja la pintura.
Un abrazo
Que travesía vital recorres a través de tantas imágenes, tantas estancias, tantas emociones que desprenden tus versos llevándonos de un lado a otro para perdernos tierra adentro sin encontrarnos, en esa nuestra Ítaca particular, nuestro soñado hogar, precioso y mítico, amiga!!!
Cierta heroicidad legendaria se refleja en ese tránsito al sitio de origen (de todos los origenes). Itaca —hogar de Odiseo, Penélope y telémaco— representa el punto final de todas nuestros llegaderos. 《Selecta es la emoción que toca tu espiritu 》 no hallarás en tu camino lestrigones ni ciclopes ni al temible poseidon 《selecta es la emoción que toca tu espíritu》pide que sea largo el camino de trigos y espigas 《selecta es la emoción que toca tu espiritu María》 —Aplausos.
La travesía es larga…y nos perdemos en este camino, no fácil, de la poesía.
Muchas gracias por tu hermoso comentario, me alegra siempre recibirte, querido paisano! ,
Los trigales son los mares de interior…cuando sopla el viento. Esta campiña que me rodea la visito casi todos los días.
Muchas gracias, José Manuel. Buenas noches!
Muchas gracias, Pedro!
Ya sabemos lo que nos espera en ese regreso a Ítaca… así que es mejor, no encontrarla todavía…mejor que nos perdamos por el camino…