Recuerdos de un Domingo (A la mujer maltratada)

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

aquellos en los que de repente abrías mi ventana

y de manera brusca al subir la persiana

interrumpías mi sueño…

Y yo protestaba y protestaba mientras tú me calmabas con besos.

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

aquellos en los que en la bañera limpiabas mi cuerpo

y entre tus brazos me secabas.

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

mientras mamá se acicalaba en su interminable maquillaje

en los que contigo probé mi primera tostada.

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

de paseos al mercado

cuando el cielo era azul y las nubes blancas,

en los que mirábamos las flores de aquellos setos

y sonreíamos porque la primavera llegaba.

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

en los que al sol conmigo jugabas

en tan elevado parque

del que bajábamos en aquella bicicleta sin frenos

porque yo contigo no temía a nada.

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

en los que a tu espalda me subía

para ser jinete,

y agotado a la cama me llevabas.

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

aquellos en los que el cielo comenzó a ser gris y las nubes oscuras,

y de repente comenzó a oler a lluvia.

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

en los que me enseñaste mis primeras malas palabras

aquellas que salían como cuchillos de tu boca que en mamá se clavaban

mientras decías que todo era mentira.

Recuerdas…

Recuerdas aquellos Domingos

en los que con ella al pilla pilla jugabas

y en el baño se escondía

hasta que tú te acostaras

mientras aporreabas la puerta

diciendo que nada le harías.

Pero seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquellos Domingos

cuando por fin te dormías y mamá ganaba,

yo suspiraba y también dormía.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquellos Domingos

en los que tras rezar, en la noche mi puerta vigilaba

mientras mamá me abrazaba detrás

y yo como una fiera esperaba.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

aquel en el que te marchaste.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

aquel en el que yo abrí mi ventana

y tras elevar la persiana

el cielo volvió a ser azul y las nubes blancas.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

en el que comencé a bañarme solo

y con mis manos me secaba.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

en el que solo salí a contemplar las flores que contigo admiraba.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

en el que solo pedaleaba hacia el parque

y con el pie frenaba durante la empinada bajada

porque tu ya no estabas

y me daba miedo matarme.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

aquel en el que ya no te echaba de menos en la tarde

y yo solito jugaba.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

en el que al volver a mamá veía acostada

desde la mañana hasta el anochecer

y al besarla su mejilla mojaba.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

en el que sobre mi joven espalda todo pesaba.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

en el que mis rodillas sangraban de tantos tropiezos

y yo con tinta las sanaba.

Seguro que no recuerdas…

Seguro que no recuerdas aquel Domingo

aquel en el que me hice hombre

y vi que de hombre tú nunca tuviste nada.

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Tristemente contundente, en donde la violencia aparece y no tiene fin, el temor y el sufrimiento es el pan de cada día, y el dolor queda tatuado en el alma y no tiene cura, el dolor pasa pero los recuerdos quedan. Gracias por el tema. Un abrazo