"Rima XV
Cendal flotante de leve bruma,
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro
de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz:
eso eres tú.
Tú, sombra aérea, que cuantas veces
voy a tocarte te desvaneces
¡como la llama, como el sonido,
como la niebla, como el gemido
del lago azul!
En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor,
¡eso soy yo!
Yo, que a tus ojos, en mi agonía,
los ojos vuelvo de noche y día;
yo, que incansable corro y demente
¡tras una sombra, tras la hija ardiente
de una visión!
Gustavo Adolfo Bécquer"
**Recordando a Bécquer (Rima XV)**
Manantial claro de aguas tranquilas,
dulce fragancia de tiernas lilas,
figura hermosa
de altiva diosa,
nardo vestido de fino tul,
eso eres tú.
Tú, que me miras y me desarmas,
que me traes ansia y te llevas calma,
y, cual paloma, inicias el vuelo
para perderte en el alto cielo
limpio y azul.
Del árbol muerto, hoja caída,
en mar inquieto, barco en deriva;
llanto constante
del viento errante,
herida abierta en el corazón,
ese soy yoy yo.
Yo, que si vivo es sólo por verte,
y si no llegas, pienso en la muerte.
Yo, que me pierdo entre las estrellas
siguiendo, terco, las tristes huellas
de una obsesión.