Rapsodia esquizofrénica

A Yukio Mishima





Después de que todo desvanezca, cuándo el sopor decadente nos envuelva, y en el instante preciso en que las aves del inconsciente levanten vuelo…Yo, estaré lúcido y acechante; íntegro, y en pie de guerra.

¿O no es aquella nube el gris presagio que divisaron los espartanos?

La tarde se extiende
sobre este campo de amapolas
donde otrora jugábamos descalzos;
mientras debajo
descansaban los cadáveres,
aludíamos a la fertilidad
de esos campos de batalla.

Vislumbro resplandores atávicos
arcaicas contiendas tribales,
ver la cabeza del rival
rodando febril, mágica y luminosa.

Esta tarde, diría…
Roja de fuego iniciático,
se acrecienta en su transcurrir,
milagrosa e intensa,
fascinante y altiva.

Épica embriaguez,
que a la siesta despertaba,
lidiando desnudos y viriles,
provocando el bullicio de la sangre
y un enmarañado crujir en las entrañas.

Esta tarde, diría…
Irradia su resplandor omnipresente,
su inesperada consagración esquizofrénica,
su lenguaje marcial desenfrenado,

su inevitable derrota,
su heroico, exquisito, sublime desenlace.



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Estupendo :clap::clap::clap::clap:

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Magnífico poema, Horacio! :heart_eyes:
Un saludo, de nuevo.

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Precioso, poeta.
Un saludo

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Me ha encantado tu poema, compañero. Ese “en pie de guerra”, esa “fertilidad de los campos de batalla”.
Saludos.

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Muchas gracias @Ve54 por tu lectura y por tu apreciación de este poema.

Un afectuoso saludo.

María: Un gusto tenerte de nuevo entre mis letras.
Muchas gracias y un afectuoso saludo.

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Muchas Gracias @Magdalena por tu lectura y comentario.

Mis saludos.

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Muchas gracias por tu comentario y por tu lectura @wallacegere, he introducido algunas modificaciones al poema.

Mi cordial saludo.

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