Quizás sea en el desierto donde
se encuentre el inicio,
quizás sea en ese vacío donde
nazca el frescor del agua,
quizás sea en esa desolación donde
la vida se autentifique,
quizás sea la atracción por la muerte donde
torne anhelo la vida.
Quizás en esas soledades sea donde
habite la reflexión que riega la semilla,
quizás sean de estas arenas de donde
partan todas las huellas, y sea la errancia su destino.
Quizás sea ahí donde
el tiempo encuentre su fe,
quizás solo sea el sitio, o el momento donde
este, se come a la historia.
Quizás no suene solo el viento, y sea donde
se forma la palabra.
Quizás sea la transparencia donde
encuentra la luz, la sustancia extrema de su alma.
Quizás todo sea espejismo, un lugar donde
las tinieblas del absurdo me cercan.
Muchas gracias por la lectura, y por el comentario, que me resulta agradable, por que eso que manifiestas es algo que suelo intentar en algunos poemas. Un saludo muy cordial.
Muy bello!
Me gustan los poemas sobre el desierto, escribí algunos y me he identificado con este tuyo.
Hay tantas imágenes en los desiertos para la reflexión y expresión de sentimientos, de dudas, de certezas…
Destaco ese final tan hermoso!
Abrazos, José Antonio. Buen domingo.
Si, tuve la suerte de conocerlo, y esa belleza sobrecogedora, es tan inmensa, que abruma. Uno se siente indefenso, ante algo que al principio parece, que es la muerte en la naturaleza, pero algo extraño ocurre, al menos a mí, descubres que la vida se incorpora de tanta desolación, y lo hace dentro de uno, en lo más intimo. Como siempre muchas gracias por tu lectura generosa y un fuerte abrazo.