Querido diario

Querido diario, hoy vengo a escribirte de una forma un tanto peculiar,
Ya que ahora no lo hago para mí, ni para él, ni para ella;
Esta vez lo hago por ti, por todas las veces que me has sacado una sonrisa
Y que has sabido exactamente como vaciar la rabia de mi interior.

Podría esperar a hacerlo en una fecha especial, que marque un antes y un después
Pero ambos sabemos que las cosas no van así, que la inspiración es caprichosa,
Que lo que un día es blanco, al día siguiente puede ser rojo o verde…
Y más conociéndome a mí, que tanto me ha costado encontrarla.

Porque me has acompañado en cada momento de felicidad,
Porque has estado en cada lágrima derramada,
Porque has sufrido conmigo cada uno de los días que llevo despierto
Y te has ilusionado cada vez que he dado de comer a este hambriento corazón.

Quiero que sepas que sin ti nada hubiera sido lo mismo,
Que estos años me has abierto las puertas de un nuevo mundo,
Que me has lanzado a una isla desierta con los que más quiero
Sabiendo que serían capaces de sacar lo mejor de mi.

Querido diario, tú conoces mejor que nadie cómo me siento,
Sabes perfectamente lo que he sentido todo este tiempo y,
Aunque no puedas saber lo que sentiré porque aún no te lo he dicho,
Estoy seguro de que me comprenderás mejor que nadie.

Me despido agradeciéndote todas las sesiones de terapia propia,
Todas las veces que me has ayudado a conocerme a mí mismo,
Por traerme la verdadera versión de mi y las facetas que desconocía,
Que este amasijo de huesos sin sentimientos un día comenzó a tenerlos.

4 Me gusta

Tanto latido se observa en las páginas de ese diario. Tanto color también, por encima del color óseo de sus hojas.
¡Un gusto leerle!

¡Es un placer para mí saber que disfrutáis con lo que escribo!

1 me gusta