¿Qué será, será…?
no lo sé, ¿será esto
una premonición,
o será cosa del tiempo?
Dejaremos que los días
nos develen el misterio
y nos digan lo que es justo
para hacernos cargo de ello.
Hoy me importa el día a día,
lo que ocurre bajo el cielo,
si la lluvia llega o falta
y si cantan los jilgueros.
Y ya sé que es fantasía
con productos de los sueños,
estas rimas mal sonantes
que aquí salen y que ofrezco,
y lo hago con prudencia,
casi, casi, hasta con miedo,
esperando el varapalo
y hasta el juicio del maestro,
pero bueno, no me importa,
solo escribo lo que pienso,
lo que acude a las meninges
y que vuela entre mis dedos,
ellos son ejecutores,
y el delito está sujeto,
a vaivenes de la vida
y a que baile el esqueleto.
Escribir así es muy fácil
todo es seguir los versos,
y trazar las carreteras,
infernales del averno,
y es que todo es poesía,
en los vivos y en los muertos,
y por eso tantas plumas
han brillado con esmero.
Hoy sonrío, al recordarlo,
confundiendo verso y verbo,
refundiendo los gazapos
y borrones del cuaderno.
¿Qué será, será…?
preguntaba en el comienzo,
no lo sé, me contestaba,
y añadía: ¿será esto
una premonición
o será cosa del tiempo?
Resumiendo: que ni idea
que tampoco el “tiempo” pierdo,
pero pienso que, esta vida,
es sentir todo el momento,
acercarse a los amigos
compartiendo sus silencios,
y ofrecerles tu cariño
sin decirles que “lo siento”
pero estar siempre a su lado
y ayudarles en su esfuerzo.
Rafael Sánchez Ortega ©
09/03/22