Y qué sabía yo del tiempo
cuando miraba
mi propia tierra inconclusa…
qué sabía yo del ahora,
del “siempre”…
si todo eran secuencias perfectas
de mí misma
en ese espacio…
qué sabía yo de darme,
de tender mi pequeño ramillete
de raíces
al ser que me observaba…
qué sabía
de la música de la vida
en los oídos…
de la arruga profunda,
de este mundo
caprichosamente díscolo,
desgastante,
distante de la razón primera…
qué sabía yo de mí,
de ti,
de los pocos días
que nos quedaban…
qué sabía…
Fotografía: Katrien De Blawuer
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Joan
8 Abril, 2021 17:29
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Magistral, solo sé que me encanta
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Muchísimas gracias, Joan.
Me alegra que te haya gustado.
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Precioso el poema, Carmen. Me encantó.
Abrazo
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Maravillosos versos amiga.
Besines de colores.
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Muchas gracias, Ricardo. Un abrazo grande.
Muchas gracias, Pedro. Abrazo grande.
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Muchas gracias, Magdalena. Un abrazo, poeta.
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Muy bello poema con grandes intrigas por no saber, felicito, saludos.
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Las gracias a ti. que nos permiters leerte.
Abrazos
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Me encantó esa segunda estrofa del ahora y el siempre. ¿Cuántas veces se conoce a destiempo?.. Maravillosa reflexión en verso, Carmen. Un abrazo
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David
9 Abril, 2021 09:31
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De tanto mirar el cielo perdimos el contacto con la tierra. Un poema intenso, realista, consciente. Me ha gustado mucho, @Carmen_Cantos . Bravo. Un besico.
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Muchas gracias, Eduardo. Saludos.