El árbol es el ventrílocuo del pájaro
hasta las hojas muertas
avanzan mas que yo
Qué nadie me mida la ausencia
que nadie me siente frente
a un tribunal de dolor.
Nos nos despedimos,
nos despidió ella,
Me lo repito en el volumen de un rezo.
El árbol es el ventrílocuo del pájaro
hasta las hojas muertas
avanzan mas que yo
Qué nadie me mida la ausencia
que nadie me siente frente
a un tribunal de dolor.
Nos nos despedimos,
nos despidió ella,
Me lo repito en el volumen de un rezo.
Bello poema, amigo! Un título muy prometedor…
Abrazos, Martín!
Ni más ni menos, compañero.
Incalculable el alcance, para bien o para mal, del amor.
Precioso poema.
Gracias por tus palabras, amiga. Me alegra que te haya gustado. Te mando un abrazo grande.
Te agradezco tus palabras, Wallacegere. Sos generosa. Te mando un abrazo grande.
Precioso poema, desbordante de amor, muy intenso y con título muy explícito, poeta!!!
Sos muy generosa, Minada. Te agradezco la lectura y el comentario. Te mando un abrazo.
Gracias por tu lectura y tus bellas palabras, Magdalena. Se agradecen y se valoran. Otro abrazo.