¡ Qué felicidad!

Tiendas de lance
y de viejos, incunables sin datar, aún recuerdo
el rito exacto de mi padre
ojeando, hojas rancias
por decreto que guardaban
el secreto de aquel
libro prometido.

No lo pondría
a la venta.
Una firma,
un garabato, un signo
por repetido concedía
el alegato en sospechar
del autor.

Un librero
con memoria cada
23 de abril, que lloraba
al desprenderse de las palabras
impresas, la promesa
de la historia,
regalando
sus recuerdos.

Aquellas ferias
de añejos, celebradas
en abril casi nunca
mayeando.
Un manual
para siembras, un tratado
singular, y libros
de urbanidad… ¡por dios, qué felicidad!

Pedro…de momento

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Que felicidad hallaba Pedro
En ferias de libros baratos
Estaba descifrando garabatos
en los negros legajos de un libraco.
—Aplaudo—

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Hola, Pedro, de Momento.

:wink:

Bonito y original poema.

Bienvenido.

:bouquet:

:kissing_heart::kissing_heart::kissing_heart:

Gracias por vuestras palabras…

Muy hermoso tu poema, Pedro. El encanto de las librerías de viejo y esos puestos callejeros buscando un tesoro que llevarnos…por poco dinero.

¡Muchas gracias por participar en nuestro reto, compañero! Un saludo! :writing_hand: :open_book: :rose:

Gracias ,María.

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Hermoso poema. El mundo de las librerías de viejo muy bien logrado. Un saludo.

La felicidad en cada verso de tu hermosa y añorada lectura atesorando cada momento!!!:clap::clap::clap:

Como pasa el tiempo, Pedro, recorriendo librerías y puestos de ventas de libros.
No hay mayor felicidad, que tomarlos en las manos, e ir hojeando lentamente tratando de hallar lo que despierte nuestro interés y al lograrlo no dudar en comprarlos. Los libros son tesoros.
Me encantó
Abrazos

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Buenos ratos he pasado en esas librerías y ferias callejeras. Gracias por recordarlas. Saludos.

¡Gracias por participar en el “Reto Día del Libro 2023”!


¡Estupendo! Gracias.

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