Y la luz se hizo.
Y no había nadie para aplaudirlo,
solo Dios, regocijado, ante el silencio.
Los milagros se suceden sin testigos,
tal como esa noche,
mi río desbordó y un prodigio
de flores nació en tu mano,
volviéndome luz trémula,
y oceáno… un mar embravecido.
#EPadrón







