No deben de presumirse
las remesas de migrantes
que envían al salir avantes,
mucho menos exhibirse
como logro; es de asumirse,
sí, un fracaso del Estado
al no haber proporcionado
trabajo en la propia tierra
al paisano que destierra,
prácticamente, hambreado.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 12 de enero del 2024