Precipicio

Tantas y tantas veces

me asomé al precipicio,

que me cuesta entender

por qué no oteé el vacío.

Allí en las alturas,

en una cima sin cielo,

solo me cabía la voluntad

de perecer en el destierro.

Abandonado a mi suerte,

nadé a contracorriente,

alcé el vuelo sin destino alguno

a lomos de un viento gélido.

Suspendido en el tiempo,

sentí la fragilidad de la vida,

la fuerza que domaba

mi indomable espíritu.

En el árido solivianto

que a diario me atenazaba

no supe encontrarme de frente

con el coraje que me despertara.

Navegando a la deriva

en un océano que me arrastraba,

naufragué en los confines

de una isla infinita.

Perdí el sentido del espacio,

la dimensión del instante

y me acurruqué en mí mismo

buscando un consuelo estéril.

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Muy intensa esa sensación de precipicio y abismo la que refleja tus versos, poeta!!!

Muchas gracias por leer este poema mío que se asoma al precicipio

Estamos abandonados, arrojados a nuestra suerte, creamos pues en nosotros mismos. Precioso❤️

Muchas gracias, Checha, por leer este poema mía escrito hace poco pero con la mirada puesta en un tiempo pasado que es difícil no recordar