Postal con retorno

Me abrió la puerta un hombre cuadrado con canas

y poco después supe que era una
postal sin escribir.

Me invitó a pasar, desayunamos ciudades, merendamos playas,

nos cogimos la mano, sellamos nuestros dedos, volámos a París.

Empezó el cuento de un cuento
sin palabras,

él con camiseta libre, yo con sombrero de ganas de vivir,

los dos caminando entre campos elíseos de amapolas blancas,

los dos, escribiendo el remite de una historia de amor sin fin.

Pero nos llegó noviembre cuando ya la ropa nos sobraba,

se nos enfriaron las ganas, se nos resfrió la nariz,

no sé si estornudó él primero o fuí yo, despistada

pero se nos colaron las postales en un buzón que no supimos abrir.

Yo volví a ser aquella joven que nunca recibe cartas,

él, aquel hombre cuadrado con canas, sin ganas de escribir.

Los dos, viajando aventuras desde detrás de una ventana

hasta que un domingo nos escribimos. Y el sello, era de París.

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Bienvenido a Poémame.

¡Saludos!

Sé bienvenido, compañero!
Un saludo.:rose:

Me ha gustado tu poema de amores que se enfrían pero perduran en el tiempo.
Sé muy bienvenida, Arán.