Clamores de voces desnudas
se levantan en la mágica paz
de los mares del trigo.
Amapolas y flores de espuma
en los prados remueven los sueños
de los ancianos, los niños,
las mujeres y los hombres,
cuando quebrantan la norma del látigo
que desgarra la piel.
Reclaman la piedad de la lluvia,
la que calma la sed del mundo,
la que abre la celda de la mentira,
del odio…del miedo.
Y quieren dejar de estar presos
y romper los hilos oscuros de la trampa,
que teje la araña que medra
en los rincones de las cuentas corrientes.
De los impostados profetas y sus profecías,
pagados - por IBEX- que alientan el caos,
en virtuales escenarios, mancillando la verdad,
solo para mandar y,… continuar con el expolio.
Muchos de los clamores quedan mudos
en la infame complacencia de los creyentes,
que pagan su precio y obedecen
para florecer en la miseria.
En el ruido sucio de muchos Mass media
que con sus bocinas de confusión preconizan
el hermoso futuro de la araña, y predican
con sus promesas falsas, que la araña eres tú.
Los que lloran ya no saben escuchar
el dolor de las lágrimas… y olvidan
porque les duele, cuál es el tumor,
y de donde proviene.
Yo sigo amando las flores y la palabra…
la que canta las voces que están desnudas,
que no beben en las aguas que reparte el amo
las sucias del sectario que ahogan la lucidez
y se revelan.
Yo, que empiezo a ser viejo… quiero saber
… por qué lloran las lágrimas.