Un diagnóstico rotundo: “Enfermedad de Alzheimer hereditaria de aparición temprana”. Con extremo cuidado sus dedos repasan cada letra de aquella sentencia. Aceptación y paciencia serían su único horizonte. No iba a ser fácil; demasiado joven todavía. Sin una posible prevención que lo evitara, su destino siempre estuvo escrito. Los antecedentes familiares y las pruebas genéticas finalmente lo demostraron y, ahora, estaba aterrada pensando en sus hijas. ¿Cómo explicarles que su enfermedad también podía manifestarse en ellas? ¿Cómo gestionar algo así sin morir de dolor? Nunca deseó con tanta fuerza que la ciencia avanzase, lo suficientemente rápido, para salvarlas a ellas.
14/Junio/2022
Publicado en la Asociación Solidaria Cinco Palabras.
Palabras a incluir regaladas por María Isabel Gey Pérez, presidenta de FAGAL:
Una enfermedad terrible para quien la padece y para las familias. Ojalá pronto la ciencia consiga, cuanto menos, frenarla en la medida de lo posible.
Muchísimas gracias por tu lectura, compañero.
Besicos.
Lo siento mucho. Es una enfermedad terrible. Una de mis abuela también perdió la memoria, no nos reconocía y preguntaba si eramos familia, sus hijos… Es muy triste. De su enfermedad dijeron que era demencia senil. No sé muy bien la diferencia… aunque le resultado es similar.
Muchas gracias por tu lectura, compañero.
Besicos.