¿Por dónde empezamos?
El pozo,
siempre el pozo,
oscuro, informe,
reverbera tu nombre,
lleno,
vacío,
ignoto…
parece un hombre.
Estrechas la llave
entre tus dedos
flácidos e inocentes,
un interrogante puro,
sin ambajes,
una i que alterna
entre cerrojos,
no abren.
Siempre el pozo,
tan incierto,
revienta la verdad
en minúsculos acasos,
su virar azaroso
marea tus razones
entre fracasos,
ocasos y algunos retazos
de ventura desconcertada,
desconcertante,
dicha anónima,
incógnita ofrecida en bobina,
enmadejada,
laberinto de danzarina.
Siempre el pozo,
castillos sin almenas,
jueces que ponen penas,
bichos enmudecidos
carentes de destino.
Empecemos por el pozo,
vemos agua,
nos saciaremos,
hay sequía,
pues queda siempre
el resquicio
de una sonrojada algarabía.
Checha, 25 de julio de 2021
Imagen: wallpaperbetter