“Si te dijera, amor mío
que temo a la madrugada,
no sé qué estrellas son estas
que hieren como amenazas,
ni sé que sangra la luna
al filo de su guadaña…”
(Luis Eduardo Aute)
Por desiertos arrabales
aúllan los perros del hambre.
Los toros en los corrales
van afilando sus astas
y arremeten contra el frío.
Si te dijera, amor mío,
que temo a las alboradas
y a los espacios vacíos.
Con su siniestra figura
el alba extiende su manto
frío y gélido de muerte
sobre el barro de los charcos.
Sombras en la lejanía
las dentelladas no comen,
aúllan los perros del miedo
por escondidos rincones.
Si te dijera, amor mío
que despiertan las mañanas
entre basuras y charcos
de mil soledades blancas.
Y sangra la vida toda
entre miradas y heridas,
hileras de corazones
malviven en barracones.
Lloran las casas colgadas
despertándose al abismo,
un cielo de nata gris
embadurna los suburbios.
Si te dijera, amor mío
que aúllan los perros del hambre
que temo a las alboradas
y a los espacios vacíos.
Si te dijera, amor mío
sobre un tiempo amordazado…
Si te dijera, amor mío…
de días enlodazados.
Si te dijera, amor mío
(las manos entrelazadas)
que guardo en mi vientre un nido
y en mi alma…siento frío.
Enero 2021
Pintura: Vista de Cuenca. Wifredo Lam