Así la realidad nos confunda
alguna ciencia pudiera ser efímera.
Ayer hablábamos en susurros,
atravesando el silencio
desaparecieron gotas indoloras
que de polígonos azules
abrumaban tu recuerdo y la ocasión,
de gesticular bajando la voz
para razonar callada.
Un retozo de alas de madera
abanicaban constantes aires amanecidos;
los días sábados
nos hacíamos una promesa para otro porvenir.
Te dabas vuelta al desdecir mi mirada
y los elementos que sobraban de la conversación
nos indicaron que nada podía ser perfecto,
ni los pasos en redondo
ni las hojas al pie de un abanico,
porque de nostalgia vivíamos
y de otros sueños nos encontrábamos.
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Muy bello!!
Que bella nostalgia brillan en tus versos, poeta!!!
Muchas gracias por tus palabras.
Un gran saludo.
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Te agradezco tu lectura Ana María.
Mis saludos.
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