Píntame ¡Dios!
una sonrisa de tus cielos,
lléname el cuerpo
con una brisa de huerto
y tíñeme
un paisaje fresco
para que la sangre triste
se prenda a tus aleros.
Regálame ¡Señor!
una estrella
que me alumbre hacia dentro
y unos versos
de suave plumaje
que no me rompan los huesos.
Búscame ¡Señor!
he perdido a la luna trajinera,
no oigo el secreto cantar
de los luceros
y la niñez
se me ha quedado sin brazos
para abrazar
a mis dolores pequeños.
A mi amada Comunidad de Poemame… hay días con trayecto difícil que nos alejan momentáneamente del hogar añorado de las letras. Encontrarme entre ustedes siempre tiene para mi la bendición del asombro y del afecto. ¡Qué el día nos merezca! Se les quiere
Wow, grandiosa inspiración en tus versos, hechos plegaria. La plegaria está hecha para pedir a Dios y tú lo has hecho muy bien en este poema. Un gusto pasar.
“Píntame ¡Dios!
una sonrisa de tus cielos,
lléname el cuerpo
con una brisa de huerto
y tíñeme
un paisaje fresco
para que la sangre triste
se prenda a tus aleros.”
Increíble, Gioconda!!Hace cinco minutos terminé un poema dirigido a Cristo…hay conexión entre los poetas!!Da para el asombro… Preciosa plegaria!Abrazo!