Llorando estaba Isabel,
le picaban los dos ojos.
—Esto es culpa de los piojos,
que se vayan de una vez.—
Farfullaba mi bebé.
Le explicó entonces mamá.
—Tus ojos hay que lavar,
todo es culpa del champú—
Gritos, patadas, según…
después, gozo colosal.
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Muy bueno. Saludos poéticos.
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Muy original.
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