Pi

Nos hemos convertido

en un desastre

de dimensiones infinitas.

Soy

como el número pi

intentando contarse

los desatinos por decimales

-por ser suave-.

La coma después del tres

se hace montaña

ante dos semanas

deambulando

separados

-opuestos-

por la misma casa.

Hemos dado por perdida

una ecuación

de primera,

tú te achicaste

ante la tercera nube fea

y yo me transformé

en relámpago

una noche de verano

-qué extraño te encontré

aquel segundo jueves de agosto-.

Yo

que pensé

que de tus manos

lloverían astros

y que con las letras de tu nombre

podría tejerme

un cielorraso.

3 Me gusta

Ahh que bonitos y originales versos, muy decimales, poeta!!!

1 me gusta

muchas gracias :slight_smile: