Yo viviré con tu recuerdo mientras viva
viendo pasar el no tiempo en cada aurora
y las sonrisas se borrarán de a poco
deslizándose como hojas desgastadas.
Tú olvidarás un día nuestro camino,
así serás de otros ojos, otras manos,
yo desandaré las sendas transitadas
tú disfrutarás entre risas, otras bocas.
No tendré nada más que la añoranza
de tu voz en mi memoria con los versos
que leías por las noches remeciendo,
ilusiones, tus deseos, una esperanza.
Al tiempo dejaré de hacer poemas
escucharé más música, dormiré siestas largas
y tú volverás a tu hogar donde te esperan cariño…
abrazos, besos, vino, danzas…
Al pasar de los años, una tarde
coincidamos, en un bar, en una calle,
o una banca parecida a la que un día
nos meció las ilusiones y las ganas.
Miraremos las pupilas añejadas
y veremos tras los años transcurridos,
que olvidamos el luchar y ser valientes
y el amor se escabulló por las ventanas.
Y querrás reconocer mi nuevo cuerpo
tras los kilos de más, arrugas, canas,
mas tan solo las pupilas que no mienten
gritarán lo que tontas bocas callan.
Una lágrima rodará desde los ojos
sobrarán en ese instante las palabras,
yo pisaré nuestras calles nuevamente
alejando aquel ayer con más andanzas.
Pensaré que fue mejor ser un recuerdo
un desliz, un error, una falacia,
que tanto dolor fue el justo precio
por posar en lo prohibido, la mirada.
Cuando mis poemas como yo se vuelvan polvo
quizá una tarde me recuerdes y tus pasos
sin querer vuelvan al parque, al viejo árbol
y disfrutes ese olor que tanto amabas.
El aroma que la lluvia deja impreso
te traerá nuestro amor, los besos calmos…
y sabrás que por siempre estuve allí
a tu vera, con un alma enamorada.