Siendo niño me esforzaba
en lanzar las piedras lejos
alejaba así complejos
y mi tiempo preparaba.
Siendo joven me afanaba
en quedar siempre el primero
era fuerte cual acero.
Mas ahora que soy viejo,
ya sin fuerza y sin complejo,
a cualquier cosa me aferro.
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Un poema nostálgico y sincero sobre el transcurrir del tiempo en la vida.
Se palpa como la transición de la juventud a la vejez está bellamente retratada con reflexión y simplicidad.
Es lo que trae la edad:
Una cura de humildad.
Muchas gracias, Alejandro, por leer y comentar mi “Perspectiva”
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Muy buena tu décima.
El tiempo no pasa en balde…y a veces nos agarramos a cualquier clavo ardiendo…y nos quemamos…
Saludos, Antonio!
Muchas gracias, María. Me alegra que te haya gustado.
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Muy nostálgica tu décima !!
Cierto, Selene. Los años traen nostalgia del pasado, pero también mucha objetividad para entender el presente. Gracias por tu comentario.
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