Perdí un poema, y ahora
no estoy seguro de querer encontrarlo.
Tal vez como decía Byron
“Dejo a la corriente lo que escribo
y poco me importa que flote o se hunda”
Perdí un poema, y ahora
no sé recitarlo.
Hace años enseñé a las golondrinas
para que lo cojieran con su pico
y letra a letra, verso a verso
lo volasen alto, muy alto.
Confié en ellas.
Quien no lo habría hecho!?
Pero una vez en el cielo ya no supe leerlo.
Su lenguaje entonces
me resultaba inconexo.
Pero si cabe, era así aún más bello.
Perdí un poema.
Y lo mejor sería olvidarlo…
Quien sabe si ha vuelto y no lo he reconocido.
Quien sabe siquiera, si aún sigue escrito.
Fulmina la forma en que plantea la perdida de un poema, amigo García, conozco tipos que han perdido la novia y no lo han eternizado de la manera tan poética como usted nos hipnotiza ante el hecho cierto de su pérdida.
No me queda más que aplaudir como loco su convincente ejecución. —aplausos.
Lo entiendo como metáfora de perder a alguien amado.
No sé si era la intención, pero sea como sea a mí me encanta este poema que me he encontrado.
Buen finde, Jose
Todos lo perdemos cuando escribimos y lo enviamos a conquistar corazones, remover almas que sientan lo mismo. Muy hermoso tu poema que he encontrado. Saludos cordiales.
Así es Sinmi, así es. Desde quién escribió el primer poema, hasta nuestros días. Y añado, tal vez todos los poemas conformen un único poema universal que es el que escribimos entre tod@s, y vuelve y se dispersa por nuestra existencia, una y otra vez…