Pensamientos suicidas

Tuvo miedo de abrir el cajón y coger la pistola
tuvo miedo de salir al balcón y mirar hacia abajo
tenía que espantar a sus pensamientos
¡Malditas pastillas!
Sólo podía gritar,
dejar de repetirse a si mismo
lo inútil que es
lo tonto que es,
había perdido su autoestima.
¡Malditas pastillas!
Tampoco podía relajarse con el alcohol
porque se ponía más violento.
No sabía ya que hacer con su vida
( si lo que le pasaba era llamarse vida).
Recorria la casa nervioso,
no podía sentarse,
no podía relajarse.
¡Malditas pastillas!
Ya no podía llamar a sus amigos
ni a su familia porque los había perdido.
Hasta que un día, armándose de valor,
abrió una ventana y se lanzó al vacío.

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Tu poesía desnuda el alma, y nos presenta un retrato de la desesperación que puede llevar a decisiones fatales. Y a la vez, quisiera decir que puede recordarnos que: hasta en la oscuridad, la vida espera ser reinventada.

Duro y real tema el del suicidio.
Versos de soledad y desesperanza que llevan a un camino en el que no se ve salida. Resalta tu poema la importancia del apoyo y la escucha, que puedan servir para encontrar una luz que ayude a continuar. Saludos.