Pelillos a la mar

Para que me ames de veras
no basta un mero elixir,
ni tampoco permitir
que llevarme al huerto quieras.
A ver si pronto te enteras
de lo que un peine aquí vale,
si del corazón no sale
un preciado sentimiento,
si contigo yo no cuento
ni que otro elixir inhale.

Ni que me pagues te beso
exigiendo condiciones,
que difícil me lo pones
si me dejas medio tieso.
Pues dándomelas con queso
hasta el altar tú me llevas,
pido a Dios que no te atrevas
hoy meterme así en cintura,
que si el don se me satura
por tus lodos no me muevas.

Si escucharme tú no quieres
mejor me dejes en paz,
si actúas cual capataz
vigilando mis deberes.
Así es que muchas mujeres
quedar se quedan solteras
siempre con las orejeras
tapándole los colmillos,
asumiendo que pelillos
a la mar tú echar debieras.

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