Hoy me cuesta apelar sin argumento
que a riesgo de sufrir algún espasmo,
no me quiero perder un buen orgasmo
porque así me lo dicte el sentimiento.
Ni siquiera discuto un pensamiento
por miedo a que se trate de un sarcasmo,
si compartir no logro mi entusiasmo
en tan íntimo y lúdico momento.
Y aunque sea probable que me ocurra,
que la vida se muestre generosa
tampoco peras yo le pido al olmo,
a no ser que mi mundo ya discurra
por la vereda más escandalosa
donde ya, el escapar sería el colmo.