Me iré contigo lejos,
a una ciudad de ensueño
y viviremos juntos
la hora del exilio.
Con montañas inmensas
y ríos que transporten
un arenal de besos
en tu cuerpo y el mío.
Nos iremos cantando
con hadas que reflejen
corazones que dancen
en aguas transparentes.
Me iré contigo entonces,
cuando los dos tengamos
la mirada en lo mismo,
tocando el horizonte.
Serán pasos tranquilos
con una rosa blanca
y tocarás mi alma
con tu mano
invisible.
Sobre la pausa, en mi exilio impuesto, recito sus versos. Y como bálsamo en los sentidos entono: “Me iré contigo lejos, a una ciudad de ensueño y viviremos juntos la hora del exilio…” ¡Muy bonito poema! Gracias por compartir.
“Me iré contigo entonces,
cuando los dos tengamos
la mirada en lo mismo,
tocando el horizonte.”
Tierno, romántico y muy bonito, Lucía da gusto leerte. Un abrazo fraterno, poeta.
Que lindas palabras para mi poema, querida Nora. Eres muy amable; gracias inmensas por estar siempre en mis letras. Igual te admiro como poeta, eres excelente escritora de poema bellos. Un abrazo querida amiga.