Puedo ganar a cualquiera
menos al tiempo.
Perdí antes de iniciar
la partida.
Sacrifiqué los segundos
por creerlos insignificantes;
los minutos
porque siempre hay algo más;
las horas
podían pasar muertas;
los días
llegaban sin pretenderlo
las semanas
quedaban reducidas a festivos;
los meses
dieron paso a nuevas vidas;
los años
cuando fueron pesando
ya no había marcha atrás.
13 Me gusta
El tiempo siempre gana la partida. Muy lindo tu poema. Saludos cordiales.
1 me gusta
Así es, gana el tiempo… si jugamos esa partida. Pero como evitarlo? También somos libres de no jugar la partida viviendo el presente, no dejando lugar para que el tiempo mueva su ficha. No hay juego si uno no quiere, aunque admito que no siempre es fácil. Y el tiempo hace sus trampas.
1 me gusta
Muchas gracias. Beso grande
1 me gusta
¿Es el tiempo el que hace trampas? 
Pensándolo bien… Como escuché de un maestro, llega un punto que “eso pues ya no lo sé” 
. Me hiciste dudar!
1 me gusta
La duda nos salva
Lo paradójico del tiempo es que nos aplaude sin hacerlo… es estratega! Hermoso poema, Menchu. Un abrazo. 
1 me gusta
La carrera contra el tiempo, la gana siempre él…
Hermoso tu poema, Menchu Saludos!
1 me gusta
Muy buen poema. No le damos importancia al tiempo hasta que lo perdemos. Saludos.
1 me gusta
Es casi aterrador darse cuenta de cómo el tiempo avanza y avanza sin tregua. Me ha encantado el poema! Abrazo!
1 me gusta
Dijo un rockero por ahí «la muerte está tan segura de alcanzarte que te da toda una vida de ventaja » —Aplausos para ésta partida que has ganado con tan certeros versos.
1 me gusta