Parece que la vida reclama sus conquistas;
el acero dormido en la roja distancia,
la delicada flor de todas las memorias,
el cansancio, la suerte de estar libre de todo
lo que nos hace daño; de estar desesperado
frente a la deliciosa presencia de la dicha.
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Gracias por leerme y comentar. Un saludo.
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Que bella forma de dibujar el palpitar de la vida con sus conquistas, y ese cierre que es todo un reclamo del deseo, poeta!!! Saludos!!!
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Gracias por tus palabras. Siempre hay que dejar la puerta abierta. Saludos.
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Gracias por tu comentario.