Para poder llegar a ti
he surcado antes otras vidas
erigido altares en suelos profanados;
he encendido llamas en la noche
y vencido a los arqueros del olvido
Para llegar a ti
he besado
-lo confieso-
las puertas del llanto y de la muerte
y he sido escombro golpeado por el rayo
Para poder llegar, al fin
al remansado cielo de tu pelo
y a ese lagar donde reposan mis palabras;
para enredarme en los nudos de tus manos
y beber el agua tibia de tus labios
Ahora, canto versos dulces a tu oído
y desnudo alegre el corazón, mientras te escribo