Para cuando tus besos,
cómo suicidas,
se despeñen de mis labios.
Para cuando el olvido
envenene nuestras sombras.
Para cuando la vida
nos declare la guerra.
Para cuando nos veamos,
como extraños
y no sepamos ni cómo saludarnos.
Para cuando todo esto
llegue como llega el invierno
sin darnos cuenta.
Para ese tiempo que vendrá
preparémonos el corazón,
Preparémonos la sonrisa
para que no se nos destruya del todo.
Preparémonos
para ese tiempo que vendrá
qué nos convertirá en desconocidos.
Dejémonos un hueco en el alma.
En un lugar infranqueable.
A donde nadie pueda llegar.
Que sea sólo nuestro.
Donde podamos dejarnos
guardada para siempre,
intocable,
la magia que hoy
estalla en nuestros ojos.
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Precioso y delicado poema, ese rinconcito del alma para cuando todo acabe, poeta!!