Tardó en florecer,
como la palma de Madagascar
que hasta después de 100 años
le brotan flores y después,
después muere,
pero ella no muere
sigue retoñando,
terca
aun en los inviernos más fríos
en un mundo de “haters”
hostil e indiferente
va floreciendo con luz tenue
pero genuina para el mundo
y se reparte toda