Pálida agonía

Despierto
entre tinieblas.
Busco a tientas
el teléfono celular,
al activarlo me abruman
los poetas,
los grupos de escritores
y los blogs,
un río se derrama
desde el aparato
palabras
inundan la habitación.
Me siento
tembloroso
sobre la cama
lo arrojo lejos de mí.
Estoy enloqueciendo,
tanta poesía
me abruma,
pan sin mantequilla,
café sin azúcar,
cuerpos desnudos,
caricias ajenas,
poetas
reclamando la eternidad
en pálidas agonías.
Cuencas vacías,
ojos extraviados,
miradas sobre atardeceres que no percibo.
La poesía
es también una maldición
en las voces equivocadas.
Entonces,
pongo música
escucho un piano dulce
y mi alma,
canta solitaria.

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¿Papo Lucca? … Me refiero al piano dulce que menciona. Aplauso para msu poema.

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@ludico1964 , gracias por leer, Un abrazo.