Hoy, vistes con la piel de la añoranza
tú, que forjaste cátedra en la gloria
viajando por las bocas con euforia
sin sombras que nublasen tu confianza
Hoy, recoges tu vida sin venganza
y te pierdes oculta en la memoria
permitiendo que el tiempo te haga historia
te deshoje de luz y de esperanza
Te extingues inmortal en el pasado
vendiendo tus recuerdos al olvido
y al desuso cual fósforo castrado
Como esa voz que se gesta infecunda
como ese amor temblando sin latido
languideces, palabra moribunda