La luz se desmayó
con un manto de plomo.
Las nubes se cubrieron de sombras
y el viento trajo olor a humo
y carne quemada.
Pájaros negros
giran y giran sobre mi
y todo a mi alrededor
se vuelve sombrío.
Huyo de la muerte
mientras corro
y pájaros negros
me persiguen.
Enterré mi dolor
entre dulces recuerdos
que ahora suenan a derrota.
Vuelan las bombas.
Lloran los poetas.
Muy bueno tu poema, Carmen! Te vienen las terribles imágenes de huida…y de muerte.
Los “pájaros negros” te dicen todo…yo suelo usar también esa metáfora, es contundente.
Abrazo fuerte, compañera.
Gracias María! A veces, la única forma que tenemos de expulsar el horror que nos producen las imágenes que nos llegan es escribir. Un beso
Los poetas embellecen hasta una guerra.
Hermoso trabajo.
Gracias por leerme, Jorge 
¡Crudo y conmovedor al mismo tiempo!
¡Excelentes descripciones!
¡Precioso poema! 
Gracias Alda! 