Me despierto en la oscuridad
tu recuerdo siempre permanece
la vida pasa y me hago viejo
un simple pájaro de barro
que pierde el latido de sus alas
en la incertidumbre de un futuro
que es resquicio de un pasado
difuminado en la ambigüedad.
Procuro camuflarme en las sombras
no ser el ente alegre que conociste
para trazar surcos en un cielo negro
preludio de una vida efímera
que soñé junto a tus labios
que hoy me son esquivos,
en la antesala de la perdición
donde habito hace tiempo.
Mi trino perdió su color
hace muchos momentos
soy mendigo de la misericordia
del remordimiento de lo hosco
de la miseria de lo humano
y de lo intangible del pensamiento
los lobos aúllan a mi lado
intentan alcanzar mi vuelo
aunque la luna es huidiza.
Algún día me tacharán de memo
abandoné el campo en su esplendor
y me precipité a las frías olas
donde el mar escupe su sal
para regurgitar su soledad
y mostrarnos que en la inmensidad
habitan los viejos fantasmas
que nos hacen seres eternos
entre lágrimas cegadoras y tristes.
Si alguna vez una golondrina
hace su nido en tu balcón,
no lo destruyas por favor,
pues he pedido a tu Dios
que me convierta en pájaro
y poder volar a tu encuentro
pues sin duda tú, eres lo mejor
que me ha pasado jamás.