La vida se me hace larga,
amarga.
Tóxica como una infiel,
la hiel.
Me pregunto, ¿qué es eso
que beso?
Y con pena me confieso
a quien quiera comprender
que me mata un mal querer.
¡Amarga la hiel que beso!
La vida se me hace larga,
amarga.
Tóxica como una infiel,
la hiel.
Me pregunto, ¿qué es eso
que beso?
Y con pena me confieso
a quien quiera comprender
que me mata un mal querer.
¡Amarga la hiel que beso!
La métrica exacta del desencanto dibuja un laberinto donde el amor es sombra y eco de sí mismo.
Hermoso y amargo…
Alejandro, gracias por tu palabras; siempre un aliento. Un saludo
Desgraciadamente hay muchas personas tóxicas por el mundo. Un saludo, María.
Me encantó este ovillejo. También tu anterior "Ovillejo de un querer ". Son composiciones fascinantes los ovillejos.
Me alegra que te gusten. Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.
Ufff esos malos quereres inspiran versos fuera de la realidad, muy bellos, a pesar del mal sabor que dejan esos amores tóxicos. Saludos cordiales.
Razón tienes. Hay mucho querer amargo por el mundo. Gracias por comentar. Saludos.