No quedan
avenidas,
ni colegios,
ni hospitales,
ni lugar alguno
donde esconderse
En este otoño
ya no tiemblan las arboledas,
ni el viento
sacude la memoria de las hojas.
Solo queda el vacío:
miseria,
inhumanidad,
tragedia.
En este otoño
solo queda morir
en Gaza,
mientras el mundo
se viste de silencio,
ese silencio
hipócrita.
Gracias por esta llamada al mundo por Gaza…
Allí no pintan los otoños melancólicos…sólo desolación y tragedia…en su horizonte.
Un abrazo fuerte, Paco! 
Gracias, Maria. Sabes que no fallo a tu llamada de tu reto, y más si se puede hacer con la poesía un llamamiento a todo esto que pasa en Gaza.
Espero que esté bien, amiga.
En Gaza ya no pasan las estaciones, solo pasa la “muerte”.
Nunca aprenderemos de los errores del pasado.
Gracias por tu poema Francisco.
Una protesta hecha poema
Felicidades por e aporte.