Origami

Para Talía

Todas las palabras de la noche caben en un papel.

—Un trozo de papel cuadrado alcanza

para encerrar todas las historias del mundo—.

Como el amor, el arte del origami se basa

en la paciencia del pliegue.

Doblar. Ajustar los bordes. Presionar.

Amoldar el papel a nuestra imaginación.

Llenar la barriga de la grulla

con todas las palabras vertidas.

Ni las más pesadas culpas, ni todas las piedras

del camino impedirán su vuelo.

(Otra cosa son los vientos. Otra cosa es el vértigo.

Otra cosa son las balas del cazador.

Pero de eso, mejor no hablar).

Sobre la cama soy un trozo de papel en el que caben

todas las palabras de la noche. En tus manos

adivino el oficio. En mi piel se marcan los pliegues.

Dóblame. Guarda en mi barriga

todas las culpas, todas las piedras del camino.

La parvada me llama. Nada impedirá el vuelo.

La felicidad, dicen, está al final del arcoíris.

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Bellísimos versos, como la vida misma, poeta!!!

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Gracias por el comentario, @Minada. Un abrazo

Adoro la cultura japonesa y este poema, con símiles tan bellos -origami, grulla- me ha apasionado. :clap:

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Me alegra haber despertado esa pasión con estos versos. Gracias por leer. Abrazo

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Hermoso poema!! Bello ese símil del origami con el amor…
No hace mucho subí uno con ese título y otra temática, la de hacer un poema.
Saludos, Noel!

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Hola, María, pues intentaré buscar tu “origami” para disfrutarlo. Abrazo

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