Lágrimas inocentes
opacas, sensuales
brilla un pesado coraje
mortal en mi piel
era el primer día de mi cuerpo
más allá permanente y fugaz
el primer día no dice nada
sólo el destino del abandono
del que hice mi refugio
el lugar del polvo
tu otra parte de mí
que el corazón en luz crucial
aprendes a separar
de alegría y respiro ciego
ahora paras
superviviente hoy
agradezco eternamente
la confusión al hastío
encadenas sin dolor alguno
amor
esta vez
lames las punzadas de odio
que descarga el juicio final
amor
nunca has estado en nada
cuando el silencio me arrastra sin lástima
y provoca la muerte del tiempo
el último beso
dispersa la mitad de mi cordura
donde cubre el instante hasta el fin
mis sueños ardientes
y tu prodigiosa sonrisa
nunca ha sido nada…