A mi madre…
Tras el paso firme
y los ojos de mar,
el temblor del sauce,
el vuelo rasgado
de una gaviota suicida.
Seguiste el rastro de las olas
que se pierden en la bruma.
Tras toda el agua
brotando en tus manos,
madre,
la sed infinita.
A mi madre…
Tras el paso firme
y los ojos de mar,
el temblor del sauce,
el vuelo rasgado
de una gaviota suicida.
Seguiste el rastro de las olas
que se pierden en la bruma.
Tras toda el agua
brotando en tus manos,
madre,
la sed infinita.
Muy profundo, me gusta mucho. ¡Precioso homenaje!
Esos ojos azules que te dieron vida y nunca se olvidan, escapando en forma de gaviota hacia el universo infinito. Y ese alma que permanece sedienta del agua del encuentro.
Muy hermosa tu poesía y tu sentimiento.
Un saludo.
Qué bonito todo el poema!
Que lírico, bello y sutilmente infinito “tus ojos de mar”, amiga!!!
Una auténtica preciosidad de poema! No las olvidaremos…
🩵🩵
Abrazos enormes, amiga!
Precioso Walla. Qué bonito homenaje. Saludos y buen lunes.
Mi Walla, me hiciste llorar…y está más que bien! Gracias, amiga, necesitaba leer así.
Mil gracias, Omar
Todo el poema, es una hermosa metáfora!!! Aplaudo!!!
Seguiste el rastro de las olas
que se pierden en la bruma.
Maravilloso homenaje que brindas a tu madre.
Sus ojos eran verdes
Por todo lo demás, muy acertadas tus palabras, Pedro.
Muy agradecida
Que musa más prodigiosa es la mujer que nos da la vida.
Es un gran tributo inmortalizarla como lo haces tú.
Al hablar de ojos de mar, mi mente tiró para el azul, cuando también podía ser el verdemar. Disculpa la equivocación.
Un saludo.
Hermoso, Walla!! El mar es origen. La madre, fuente de vida…
Bonitos versos.
Un abrazo
Agradecida, Rafa
Ni un solo día se olvidan, amiga.
Muchas gracias por tus palabras
Buenas noches
Muchas gracias, amigo.
Buenas noches