Truncada en recuerdos,
En la efímera felicidad,
Con versos que reinventar,
Con lágrimas y anhelos,
De vos frustrada eternidad,
Avanzando con verbo luchar.
Me colmé de tus tiempos,
Sonriendo contigo,
Recreando tus momentos,
Con frío y distancia,
Con amor y errónea esperanza,
Y con el corazón aún intranquilo.
De tardes y ruidos distintos,
Se codean mil rostros,
Mil voces,
Descritas de inciertas emociones,
Y de ellas no reflejas,
Solo son apariencias,
Que captan un recuerdo,
Tu sonrisa,
Que busco y nadie habita.
Nada repara tu desaparición,
Pues arduo ha sido el progreso,
Del desorden que trajo tu decisión,
Sin pasado, sin regreso.
Seguiré encontrándote,
En mi pensamiento,
Deteniendo el y cada segundo,
Construyendo un verso,
Inspirado de aire y sentimiento.
Sonreír ya no es fingir,
De ti no fue huir,
Temía de cada despertar,
Avanzando sin tú estar,
Ocultando un sentir,
De quizás ya no mirarte,
Y en destino dejar el azar,
De nuevo cruzarnos y aún temblar,
¡Que bipolar es mi voluntad!,
Del sí y no que es dualidad,
Pero ya es noche,
Y es tarde,
Para juntas de nuevo tropezar.