Desde el espejo emerge un mundo profundo,
reflejo del alma, un ser rotundo,
en donde se oculta la verdad desnuda,
la esencia revelada en la aguda mirada.
Las sombras y la luz se entrelazan,
en el cristal de audaz misterio,
en juego de luces, en juego fugaz,
el ser encuentra su propio imperio.
La belleza y el ser, enlazados en el vidrio,
levitar de formas, en el profundo abismo,
el eco interior resuena en el reflejo,
honda la mirada definiendo el aliento.
El espejo, un portal al autoconocimiento,
una ventana al ser, a nuestro sentimiento,
devolución en imagen completa,
un retrato del alma, una verdad revelada.
La búsqueda de perfección, de armonía y paz,
impresas en el cristal cual sueño fugaz,
espejismo de belleza que anhelamos abrazar,
plasmando lo que somos en conexión total.
En el encuentro, un diálogo íntimo,
entre lo real y lo ideal, entre luces titilantes,
una danza de reflejos de lo espiritual,
la esencia se revela en un viaje singular.
Un reflejo, un retrato, una imagen de presencia,
cuerpo y alma unidos en el cristal,
un diálogo silente, un eco de la realidad,
el inconsciente, parte de nuestra verdad.
En el espejo, un espejo del alma y su melodía,
una reflexión profunda que nos guía,
una danza sutil de imágenes que nos hablan,
en el reflejo el encuentro de alma, vida y corazón.
A.B.A 2023 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires - Argentina
