Obscuridad

En otros tiempos.

Dispersos.

Tiembla la tierra en el fugaz

SUEÑO.

A los tumbos,

resucita humano corazón,
y de cenizas
contado el pueblo elegido
de milagro.

Si el día, el hombre de madera existe.

Lo efímero en la carne;
en otras lenguas
la caída;
del canto
que niega al impostor,
muy tarde
árbol de manzano.

No hay recompensa,
no hay inmortalidad, después de todo.

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No, no la hay. Asumamos el hoy.
Precioso!

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Pues como dice Checha…no la hay. Nada es eterno.
Bellos versos, Martín!
Abrazo fuerte, amigo!

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Después de todo, somos parte de la naturaleza. Un abrazo.

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Muy bello y muy real amigo, me encanta el final, no hay recompensa, no hay inmortalidad, así es, debemos vivir el hoy en plenitud en la medida de lo posible, un fuerte abrazo Martín!!!

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No la hay. Muy buen poema.
Saludos @martinrenan24

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Somos carne efímera con un alma eterna. Muy bello. Abrazos.

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Oscuridad y sueño… Muy hermoso, compañero.

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