Nunca se corresponden

Nunca se corresponden los derechos
de quien para comer la piel se deja,
con el deber de quien le despelleja
como lo pueden demostrar los hechos.

Será que los ladrones satisfechos
dormir no quieren nunca tras la reja,
y si nadie les trinca de la oreja
no acabarán juzgados tan maltrechos.

Quizás no mole mucho ser consciente
en un planeta falto de valores,
donde tanto se juega hoy al despiste

tratando de paliar los sinsabores,
donde tanto escasea el don de gente
cuando en aparentar tanto se insiste.

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