La niebla cubre el escenario
con una cortina blanca,
he cambiado el ritual y el ritmo,
al interior las aspiraciones
cotidianas se opacan y disuelven
igual al humo en la altura.
A veces me confundo
con el declive del cuerpo,
me detengo a pensar y a
unir las piezas que están
dispersas considerando
que el juego del cambio
puede convertirse en un milagro.
La espina atravesada
en lo más profundo
de la garganta se desprende,
considero que es el momento
para revisar el calendario
de la redención dentro de
la lucha para reducir los días,
semanas y meses de mi tiempo
con la intención de
acelerar la presencia
de nuevos objetivos y sueños.
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