Nueva forma poética: Cuartetas engarzadas

Es esta una “forma” diferente a lo que estamos acostumbrados, más que por lo peregrino en cuestiones métricas (todos los versos son octosílabos), por la disposición misma de las rimas, en una estrofa de cuatro versos. Un día se me dio por probar (entre uno de tantos experimentos) a hacer algo que estuviera a medio camino entre una cuarteta (en principio iba a ser de romance, pero acabó con consonantes) y, a la vez, entre las coplas de pie quebrado (no teniendo, específicamente, pies quebrados, sino la disposición de rimas separadas y repetidas en dos estrofas).

La forma resultante, en versos octosílabos y rima consonante, sería la siguiente: abac - abac. Con la repetición típica de las coplas de pie quebrado (aunque en vez de tres y tres, la división aquí es de cuatro y cuatro). Quise hacer más marcada la tercera rima en el poema que pondré de ejemplo, y por eso es esta siempre una rima aguda, siento que tal vez le dé mejor sonoridad.

No tengo afán de “inventor”, creo que a menudo los “inventores” mezclan entre sí metros incompatibles y solo crean ejercicios de ingenio y matemática silábica (a la forma de una poesía provenzal triste). Esta “invención” más que “invento” es el feliz encuentro (y tal vez demasiado cómodo) de varios elementos comunes en la tradición poética, pero que no he visto por ninguna parte, y que tal vez resulte de agrado a alguien (antes me halagaría saber que ya existía en la tradición una forma así, sería una buena manera de reafirmar la intuición poética). No me gustan los nombres grandilocuentes, y menos los que incluyen nombres propios, y desde luego mucho menos los pretenciosos. Creo que “cuartetas engarzadas” es simple y honesto, como la estrofa misma… Así como un sombrero de pequeñas hebras de paja se engarza, cuidadosamente, se engarza también esta estrofa, con un poco de artificio y mucha sencillez.

Un poema de ejemplo (y el único que he escrito) sería este, aunque hay que tener en cuenta que las dos últimas estrofas son diferentes: unas cuartetas asonantadas… que responden más al sentimiento que a la preocupación creadora, siendo que se juntaron el interés de crear algo y la necesidad de plasmar una emoción. Espero poder actualizar este ejemplo con un poema más “puro”, pido disculpas por ello. El ejemplo:

Yo te vi al cruzar la fuente;
yo te vi… callada… hermosa,
yo te vi al pasar el puente,
blanca rosa, en el jardín.

Yo te vi… te vi silente,
y al silencio, blanca rosa,
yo le hablé, le hablé valiente
como un niño danzarín.

Yo te hablé… tú no me hablaste…
Y en aquello que callabas,
entendí por qué callaste
y agarraste aquella flor.

Me amarás, siempre me amaste…
y aunque ayer no me escuchabas,
¿no ya habló lo que lloraste
deshojando aquel amor?

«No me quiere, sí me quiere…»
¡Y es tan grande tu temor!
Que el silencio donde muere
quiere tanto como yo…

«¡Tanto quiere…!» ¿Pues no muere,
de tan grande que es su amor?
Tanto muere como quiere,
tanto, amor… te quiero yo.

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